Violencia machista
María tiene casi 40 años. Posee una carrera profesional y ha hecho varios cursos de especialización. Es inteligente, culta y es una buena persona. Demasiado buena, diría yo. Un día María se enamoró de un hombre. Él era agradable, caía bien a todo el mundo aunque se notaba un poco descuidado en su apariencia física. Sucio, me dice ella ahora. Y un día María y este tipo X decidieron irse a vivir juntos. Y como no conseguían un piso de alquiler a la medida de sus necesidades decidieron embarcarse en una hipoteca. Y ella dio la totalidad de la entrada (él le dijo entonces que le prestara su parte y que luego se lo devolvía, cosa que no ocurrió, por supuesto). Así que un día María y el tipo X ocuparon su pequeño piso: 35 metros cuadrados a un precio de oro. Ella estaba ilusionaba porque, por fin, tendría algo suyo, su propio espacio; veía cómo por fin podría dirigir su vida, formar una familia, ser alguien . Pero las cosas no salieron como ella pensaba porque casi al momento de llegar a su