Abuelo Miguel Ángel recita un poema
Mi abuelo Miguel Ángel pronto cumplirá 96 años y sigue tan lúcido como siempre. ¡Estoy viviendo de más!, dice. No lo creo, respondo mientras lo miro a los ojos. Aún brillan con ese fulgor de la inteligencia. Y veo al abuelo tendido en la hamaca leyendo un libro y trabajando en la molienda de caña de azúcar para hacer panela y galopando cuesta abajo en su caballo en la finca Sebastopol... ¡Y yo nací en Sebastopol! Sí, el abuelo sabe de la Revolución Rusa y de muchísimas otras cosas. Y ¡cómo no! ha leído no sólo a Marx y a Vargas Vila sino a otros filósofos y escritores de la sospecha. Ahora recuerdo que leí El lobo estepario en su finca alguna de esas veces que fuimos allí de vacaciones -yo tendría 14 o 15 años-. ¡Con eso podemos advertir un poco de su talante! El año pasado me confesó que le hubiese gustado conocer la Madre Patria y luego me preguntó ¿quedan franquistas en España? Yo le respondí sin dudarlo ¡10 millo...