Presintiendo a Lisboa

Aquellas eran noches de impotencias
que desaparecían al filo de las horas
-Pessoa siempre nos miraba, en silencio,
desde el muro-.
Era fácil ser feliz entonces
y recorrer las calles de vino
con sus sombras mágicas
y sus discursos y sus movimientos.

No era la Lisboa presentida
con sus aromas añejos
Era otra ciudad anudada a un río silencioso
y ligero con nombre de mujer:
Magdalena
Era una promesa oxidada en los bancos
del parque
abiertos al soplo de la tarde
donde a hurtadillas inventábamos el amor.

Aquellas eran noches de canícula
y deseo
¡Cómo quisimos entonces que fuera
Lisboa con su cintura de mar!

Comentarios

Unknown ha dicho que…
Hola Martha,
Qué alegria me ha dado que tengas un blog. No nos conocemos pero llevo una semana buscandote para hacerte una propuesta. Nos gustaria que colaborases en nuestra revista, por lo menos en el proximo número dedicado al parque urbano. La revista se llama paisea (www.paisea.com) y está dedicada a las actuaciones en el territorio y el paisaje. Necesitamos que en ella se refleje una opinión distinta a la de los arquitectos (numerosos en la redacción), y después de un par de conversaciones con colegas tuyos, dimos con tu nombre. Escríbenos por favor y dinos si te interesa.paiseamail@gmail.com Muchas gracias y enhorabuena por el Blog!

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