Una jornada de esperanza y alegría

Con un rotundo éxito se cerró en la noche de ayer la Maratón “Por Colombia un Canto a la Vida”. La intensa y variada programación desde las 10 de la mañana comenzó a calentar motores y poco a poco fue cogiendo forma en medio de los presagios de lluvia que sólo se asomó con dos gotas, pero que nunca apareció.

Vale destacar que el programa cumplido en su totalidad, contó con un fluir permanente de público, especialmente en las horas de la tarde. Mientras en la parte exterior la gente disfrutaba de los conciertos, el espacio de proyección de videos tenía cupo completo de espectadores, al igual que los talleres de cómic y collage par los niños. Igualmente, la sala de exposiciones con el Laberinto de la verdad, no dejaba de recibir visitantes, mientras que en el teatro auditorio la gente gozaba con Chucho Díaz con su vital derroche de fuerza y expresión, y luego daría paso a Bauma, el grupo Folk europeo que puso literalmente a bailar al público, tal como ya lo habíamos anunciado. Mientras tanto, en la parte exterior olía a lechona, corría la cerveza y el mojito acompañados por empanadas, buñuelos, perro caliente, o arepas de choclo; y para los que querían refrescarse no faltó el helado de frutas tropicales.
Enmarcando el espacio se encontraban los chiringuitos de Paraguay, de México, de Ecuador, el de Maloka, IPO Catalunya, de la Asociación catalana per la Pau, y un puesto de maquillaje artístico. Igualmente unos minutos antes de cada concierto se leían textos a favor de los derechos humanos, la libertad y la justicia social.
Afuera, luego del ritual de inicio en el que todos hicimos Tai-Chi, apareció “La Chiqui” rompiendo el hielo con su tanda de cuentos sobre derechos humanos, hasta “desaparecer”; le Siguió Sergio Danti con su letra “I-Lusa” entre otras; y terminó la sesión de cuentos Bonifacio Ofogo que con su inmensa presencia y frescura afrolatina logró interactuar de manera muy cálida con el público
Cayendo la tarde el ambiente estaba más caliente y Sakapatú le puso el ritmo afroperuano, dando paso posteriormente a Palo Que Sea que irrumpió de manera espectacular desde la Gran Vía con su bullicioso y mágico pasacalles, poniendo a gozar a todo el mundo con la sabrosura de sus tambores y títeres gigantes que fueron recorriendo el espacio exterior de La Farinera. Le siguió Lekue Yukulele y su funky fusion, para continuar Daniel higiénico que con sus canciones llenas de cotidianidad, desparpajo e ironía nos puso a pensar y a reir, al punto de que la gente le pidió otra canción más, que por supuesto Daniel, muy higienico, concedió.
Ya más entrada la noche Pasajeros comenzó con una linda canción hablándonos de la utopía, hasta tocar nuestras fibras sensibles con sus temas reivindicativos y con mucho sentimiento; le seguiría Buritaca 200 que se comió el escenario con una espectacular puesta en escena que incluía imágenes, bailarines, un rico vestuario, y con un sabor donde ya era imposible quedarse quieto. Y para cerrar con broche de oro, cuando en la Farinera el ambiente estaba en plena ebullición y los espacios se hacían cada vez mas pequeños porque llegaba y llegaba mucha gente, apareció Ché Sudaka con toda su potencia para poner al borde del delirio a todos los asistentes y donde muchos se resistían a creer que tenía que terminar.
Fue una linda jornada, donde la organización dio todo de sí para que las cosas resultaran tan bien como al final salieron.
El evento desde ya se constituye como el más importante acto multitudinario realizado en Barcelona, reivindicando el derecho a la libertad de expresión y a la justicia social en Colombia.
Gracias a todos los artístas que participaron desinteresadamente; a todas las personas y entidades que hicieron posible el evento y al público que durante todo el día estuvo haciendo presencia por Colombia en este Canto a la Vida.

Tomado de la página oficial de la jornada por Colombia, un canto a la vida http://cantoalavida.wordpress.com/
Fotos: Lina María Cedeño Pérez

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