Un poema de Amalia Sanchís
Amalia es una persona cercana y cálida a quien tuve el placer de conocer hace casi tres años gracias al grupo literario El Laberinto de Ariadna, del cual ambas hacemos parte. Ella es una editora independiente que lleva el timón de Parnass Ediciones y de in-Verso, ediciones de poesía. Dos casas editoriales en cuyo seno varias personas dedicadas a las letras, entre las cuales me cuento, han podido ver publicados sus libros. Pero ella es, además, poeta. Y para la muestra esta oda en la cual podemos encontrar ese tono de indignación que no oculta la profundidad y elaboración del verso:
APOCALIPSIS
I
Oda
a los malditos
Se
han cumplido.
Se
han cumplido ya
todas
las profecías
de
los sabios y los charlatanes
los
mercaderes del templo
y
los voceros
pero
los hombres libres
siguen
siendo libres
y
los esclavos
aún
más esclavos.
Sin
guerra ni paz
por
siempre
ha
caído la maldición
del
oráculo de Wall Street.
Habéis
vencido
habéis
usurpado nuestros sueños
y
los sueños de nuestros hijos
y
de los hijos de nuestros hijos.
Malditos
seáis
por
siempre.
¿Dónde
están las niñas blancas?
Vírgenes
blancas de miradas vacías
violadas
y ejecutadas
partidas
en dos en los altares.
¿Dónde
están?
No
hay altares ni dioses
ni
vestales en los muros de lamentaciones
no
hay sacrificios.
¿Dónde
están ahora los ungidos
los
místicos y los usurpadores
que
ululaban y vendían el pan
de
cada día a los malditos?
¿Dónde
están?
Babel.
Babel
proscrita.
Lenguas
de trapo y acero.
Jerusalén
y Las Vegas hermanadas
como
sodomas sin estatuas de sal
con
sus infames mercados
de
bombas y metralla
como
parques temáticos
donde
no rinden cuentas
y
bailan los malditos por siempre
sobre
las tumbas de otros malditos.
Por
siempre malditos.
Ya
no tenemos miedo.
La
nada absoluta
ya
no nos da miedo.
Nuestras
pesadillas
se
han convertido
en
nuestra realidad.
Habéis
materializado el horror.
La
Atlántida ha surgido de nuevo
del
infierno y a él volverá.
Volvemos
todos al infierno.
¿Dónde
están ahora los dioses
en
nombre de los cuales
os
constituisteis en albaceas
de
nuestro destino?
Nuestras
pesadillas
han
devenido
el
sueño de los malditos.
¿Dónde
están los dioses
a
los que alzasteis monumentos
para
vuestro orgullo de parias
laureados
de serrín?
Vuestro
pecado de hombres.
Ídolos
de barro con pies de oro.
¿Dónde
está Dios?
Malditos
seáis.
Por
siempre.
Malditos.
©
AMALIA
SANCHÍS
De la Antología Indign-Hadas
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