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Canto al Río

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Yuma Corriente dorada bajo sauces, guaduales y ceibas. Mojas soberbia los pies de la ciudad . (Foto: Río Magdalena. Martha C. Cedeño P.)

Camilo Torres: "La Sociología en Colombia"

En mi búsqueda de información sobre la historia de la sociología en Colombia he encontrado un texto interesante de Camilo Torres Restrepo uno de los fundadores, junto con el recientemente fallecido Orlando Fals Borda , de la facultad de sociología de la Universidad Nacional . Al leerlo se puede comprobar que no obstante estar escrito a principios de la década de los 60 lo que allí se plantea aún compete a nuestra compleja realidad colombiana y latinoamericana. Se puede ver en el siguiente link: http://www.archivochile.com/Homenajes/camilo/d/H_doc_de_CT-0010.pdf

Agosto

Alguna vez escribí que agosto es un mes tonto. Y, en efecto, lo es. Al menos aquí en esta parte del mundo donde la mayoría de las personas salen o tienen que salir a vacaciones justo en esta época del año. Es tonto porque muchos establecimientos cierran y a veces te ves en dificultades para comprar cualquier cosa básica. Aunque hay que decir que las tiendas de los pakis e hindúes te echan una mano en esos casos puesto que casi nunca cierran sus puertas -al menos en aquellos barrios alejados del centro. Y es tonto porque a la que te encuentras con alguien siempre te preguntará ¿a dónde has ido de vacaciones? Es como si fuese una obligación via-jar-a-al-gu-na-par-te. Es tonto porque todo se paraliza, bueno, excepto los bares que como bien dice el refrán "hacen su agosto". Así que se torna difícil conseguir un empleo, una tuerca, un grifo, un cerrajero, un lampista... Pero agosto tiene también cosas positivas. La ciudad se despeja de coches y es posible transitar por sus calle

Saudade

Tu aroma de hierbabuena yace en el velo ajado de mis nostalgias .

Dos cosas

La primera: Ya se puede consultar on line la tesis doctoral "Relaciones sociales y prácticas de apropiación espacial en los parques públicos urbanos. (El caso del Parc de Les Planes de L’Hospitalet de Llobregat - Barcelona)", de quien esto escribe, en el siguiente link: http://www.tesisenxarxa.net/TDX-0626108-113928/index.html La segunda: Durante mi estadía en Colombia me hicieron una especie de entrevista, nada profunda, que aparece publicada en el diario regional La Nación , de Neiva-Huila. No es exactamente una entrevista "seria" en el sentido estricto del término sino más bien jocosa cuyo fin último es mostrar una cara amable y divertida sobre tópicos un tanto intrascendentes. Bueno, aquí va el link: http://www.lanacion.com.co/index.php?content=243&id=2079

Benedetti, otra vez

Benedetti está conmigo desde aquella época de universitaria utópica en las que creía que se podía cambiar el mundo. Entonces, debajo del limonero que había en la Facultad de Educación, una voz preciosa me enseñó a conocerlo. Y Benedetti, a pesar de algunos detractores seudointelectuales, se convirtió en mi amigo inseparable junto con Vallejo, Whitman, Lorca, Gioconda Belli, Dulce María Loynaz, Rimbaud... ¡Cómo olvidar, por ejemplo, aquella "Táctica y estrategia" o "Hagamos un trato" o "Me sirve y no me sirve" que compendia tan bien la revolución con el amor, el deseo de cambiar el estado de cosas con el sentimiento amoroso más noble y vital, más pasional y sereno! Hoy, que la canícula mediterránea se cuela por el balcón como esta nostalgia estival que me acompaña, vuelvo a aquellos poemas y recupero uno que siempre llevo conmigo: Táctica y estrategia Mi táctica es mirarte aprender cómo sos quererte como sos Mi táctica es hablarte y escucharte construir con

Volver con lluvia en los ojos

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Llegó el día del regreso y como sucede en estos casos, la tristeza se convierte en una compañera permanente. Dejar los amores familiares, los afectos filiales, los amigos y las amigas, las calles abarrotadas con el mismo acento, las montañas azules, las palabras nuevas y altas como las cumbres andinas, la ilusión de los amaneceres a orillas del Magdalena... Dejar los recuerdos incrustados en el alma y regresar a este viejo mundo salpicado de casas añejas y calles limpias y atardeceres mediterráneos. Y lejanía. Y ausencia. Y entonces te preguntas si vale la pena estar tan lejos de aquellos lugares que están más allá de las palabras, más allá de los deseos. Lugares donde transita tu infancia, tu juventud y tus sueños y todo aquello que un día fue mágico y nuevo y latente. Y vuelves los ojos a la realidad y descubres tan pocas salidas que te acostumbras a la tranquilidad de los parques y la calle, al placer de una tarde desde la terraza de un bar mientras tomas una cañita y observas a la