Poema para un día gris

Me pregunto…


si conmueve al Señor de los Dados
encender velas amarillas
asolear sábanas
y de vez en cuando vaciar los recuerdos
para ponerlos al fuego.
Me pregunto si el crudo peso
en mis coyunturas
son los ojos húmedos de madre
en la ventana
y sus manos acariciando ausencias
en las calles
y los aleros
y los parques
donde un día fui
una muchacha feliz.
Me pregunto
si la distancia enorme
que separa mi antes y después
es la misma de tu antes y después;
si la ciudad de calles asépticas
es la cierta
y si los pasos nocturnos
la ración de las horas
la soledad de las orillas
las depresiones en el rostro
son ese mundo forjado
en las eternas madrugadas de insomnio.
Me pregunto en esta tarde
de coágulos oxidados
si vale la pena cruzar los exilios
y abandonar los días antiguos
de las certidumbres,
de la calle y la canícula
de los atardeceres violentos
junto al río.
Me pregunto…
...
Martha Cecilia Cedeño Pérez
L'Hospitalet, Barcelona, 2010

Comentarios

Y yo te respondo: ¡Vale la pena!
Lindo poema, Martha, bellísimo, intenso en su emocionalidad.
Me pregunto ¿Cómo sonara en tu voz, efusiva, pasional, nostálgica, acertada en el acento, con entonación de arrullo o gemido?
Un abrazo.
Isabel
Micaela ha dicho que…
Querida Marta: ¡Cuántas preguntas acerca de la distancia y los recuerdos que viven en nuestra piel! Muy hermoso. Por Madrid fue bien, pero con lluvia. Eso hizo que la feria se no luciera mucho. Un fuerte abrazo.

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