Facundo Cabral: "No soy la libertad sino el que la provoca"

Escribo esta entrada con lágrimas en el corazón porque ayer acabaron con la voz de un poeta, un soñador, un hombre que aún creía en cosas tan esenciales como la libertad, la justicia social, la solidaridad, la utopía. Un hombre grande de América Latina cuya voz se convirtió en la banda sonora de millones de jóvenes, de soñadores, de personas esperanzadas en un mundo hecho a la medida de los necesitados, los injuriados, los excluidos, los eternos parias... 
Su música acompañó mis días de estudiante universitaria en los que bebí en las primeras fuentes del saber, la lucha, la rebeldía. ¡Cuántas jornadas, cuántas noches, cuántas conversaciones con sus canciones impregnando el ambiente de esperanza y lucidez!  ¡Cuantos nombres ligados a esas sesiones de versos, vinos, viajes, amores!
Y luego la partida y ese tema que acompaña desde siempre mis días en tierra ajena y lejana: "No soy de aquí ni soy de allá, no tengo edad ni porvenir y ser feliz es mi color de identidad..."
Ayer asesinaron una voz, una esperanza, una utopía.
Ayer asesinaron a Facundo Cabral y me niego a aceptarlo, me niego a aceptar la muerte de un poeta, un juglar, un revolucionario.
¡Siempre estarás donde nace la aurora, Facundo!


Comentarios

Cuando la poesía se hermana con la música el parto es perfecto, que tristeza que haya muerto uno de los que mejor parían.Besitos.

Entradas populares de este blog

Caracola, un poema de Federico García Lorca

Tres poemas de Eduard Sanahuja

"El sabor de la nada": un poema de Charles Baudelaire