Europa, la gran devoradora*
Martha Cecilia Cedeño Pérez
Antropóloga

Dicho documento menciona, entre otras cosas, que hay un incremento en la demanda de recursos naturales para alimentar, vestir, alojar y transportar a la población y cómo ello produce una presión descomunal sobre los ecosistemas. Lo anterior se traduce también en un hecho bárbaro: cada europeo consume un promedio 16 toneladas de materiales y genera 6.000 kilos de basura al año. Y como para suplir esta voracidad ya no cuenta con recursos propios mira, sin vergüenza, hacia los ajenos. Así Europa se ha convertido en un gran importador de productos como cereales, forraje, maderas, etc., contribuyendo con ello a los graves procesos de desforestación y empobrecimiento de países tropicales como el nuestro. Asimismo importa más de la mitad del pescado que consume, ejerciendo una presión enorme sobre este recurso allende sus fronteras.
Esta voracidad consumista se agrava con el uso de plaguicidas y sustancias químicas que alteran la función endocrina de las personas y de materiales pesados utilizados en plásticos, tejidos, cosméticos, colorantes, envases de alimentos, aparatos electrónicas, etc. que se asocian a malformaciones, problemas de desarrollo neuronal, obesidad, cáncer, entre otras patologías.
La lectura del informe de Aema produce escalofríos pues demuestra la insostenibilidad de un modelo de desarrollo basado en la sobrexplotación de los recursos naturales para dar abasto a un consumo desaforado. Y a la par con ello, muestra también la falta de de compromiso de quienes gestionan los estados europeos para incrementar políticas serias que promuevan formas de desarrollo más sostenibles y respetuosas con el medio ambiente. En últimas se trata de acabar con ese Estado de Bienestar perverso y devorador y crear una nueva conciencia en donde se retome aquella máxima de “menos es más”, en el que todas las personas puedan disfrutar de una calidad de vida en armonía con las posibilidades del entorno.
Por ahora esta Europa es seducida sin miramientos por el dios del Consumo. ¡Jamás será reina de Creta!
*Columna publicada el domingo 12 de diciembre en el periódico El Líder (su página Web aún sigue en mantenimiento...)
Comentarios
En fin, que Europa ya era rarita desde sus orígenes mitológicos: así nos salió después.
En todo caso, este no es un problema geográfico, sino de desigualdad; de primer y tercer mundo; lo mismo que ocurre con EEUU y japón.
Saludos.
Con respecto a Europa, estoy de acuerdo contigo. Mi país también es objeto de la avidez consumista de ese continente, claro que haciendo tratativas con nuestros gobernadores de turno, todos corruptos. Y el consumismo de los argentinos es proverbial, claro que ahora no tenemos platita..jeje...¡Pensar que éramos el granero del mundo y ahora tenemos un 35% de la población en situación de pobreza! Estoy triste, sin ganas de festejar nada este fin de año.
Me encanta la mitología Griega, sin ser experta en ella. En una revista de filosofía me publicaron un ensayo sobre Palas Atenea, quien fue "parida" de la cabeza de Zeus, quien se había tragado enterita a la madre, Metis. Estaba celoso de su sabiduría y creyó que tragándola él se convertiría en el más sabio. Pero seguramente ya sabes como sigue la historia, simplemente me he puesto verborrágica, disculpa!
Si visitas mi blogspot, verás que soy una protestona incurable ante la devastación de nuestra Madre Tierra, tomando como arquetipo mis tierras nativas, la Patagonia Argentina. También señalo la relación entre salud ambiental y humana, tema que encaré cuando mi salud fue afectada de modo crónico.
Te deseo paz, amor y bonitas sorpresas. ¡Que se cumplan todos tus proyectos!
Sylvia: Gracias por pasarte por aquí y por esas reflexiones que nos llevan a un punto común: la constancia de la absoluta desigualdad entre el Norte y el Sur, como ya lo señala Juan Carlos en su comentario.
Me pasaré por tu blog. Un saludo muy afectuoso y aunque no tengas ganas de celebrar las fiestas, espero que lo pases muy bien con la gente que quieres y haciendo lo que te gusta.