EN TIEMPOS DE FRUSTRACIÓN BIEN VALE UN POEMA DE WHITMAN
Foto: Juan Carlos Ruiz Vásquez No son buenos tiempos casi para nada. La frustración se dibuja en los rostros de los paseantes, de los que se asoman a las ventanas y hasta de los que se empachan de compras en los grandes centros comerciales sobre todo ahora que estamos ad portas de una de las mayores fiestas consumistas del año. En la calle hay frustración y en las casas también. Todas y todos la padecemos de una u otra manera. Es nuestra compañera. Está siempre al lado recordándonos que la mayoría de los intentos se malogran, que nuestros propósitos casi siempre quedan sin efecto cuando se encuentran con la realidad... Es la misma que nos hace decir a menudo cosas como "tanto esfuerzo ¿para qué?" "¿Ha valido la pena?" "¿Y eso era todo?" Y nos desencantamos de la política y los políticos, de los presuntos cambios, de la educación como base para la realización profesional, de la religión que enceguese y condena -y