Noticias desde la canícula

Escribo con las neuronas a punto de calcinarse. Neiva es un horno que te hiere sin remedio. Los días y las noches se convierten en una tortura canicular. Los pasos huyen y el sueño y las ganas de salir a deambular por la ciudad. Pero no todo es culpa de su situación en un valle triste y ardiente. Lo es también la falta de acondicionamiento de las viviendas a las tremendas condiciones climáticas; la ausencia de una planificación urbana y de un diseño apropiado a dichas circunstancias. Aquí sólo importa construir casas para venderlas a precios elevadísimos sin tener en cuenta el bienestar de las personas que las habitará…
Pero mi propósito no es hablar sólo de la ardentía de esta tierra a manera de disculpa por mi falta de palabras en el blog, sino actualizar a la gente linda que me lee en varias partes del mundo; sobre todo aquella cercana al Mediterráneo.
Decir que el día 23 sólo pude estar un instante en la Feria Internacional del Libro de Bogotá, justo cuando faltaban pocas horas para su cierre. Sin embargo tuve la oportunidad de vislumbrar algo de lo que allí se movió durante los días anteriores y hablar con personas estupendas a las que hacía mucho tiempo no veía. Me hubiera gustado estar desde la mañana pero el jet lag me tenía en sus garras.
Así que estuve tres días en una Bogotá en obra negra y más fea que de costumbre. Allí pude reencontrarme con el entrañable Isaías Peña y su esposa a quienes no veía desde el año 2000. Recuerdo que esa vez compartimos en Barcelona, ciudad en la que robaron a Isaías su cartera en el Parc Güell, exactamente.
Y también tuve un encuentro estupendo con una amiga de la infancia a quien no veía desde hace un montón de años. Entonces teníamos 12 abriles y vivíamos en un pueblito con un nombre precioso: Belén de los Andaquíes.

Y el día jueves bajamos a tierra caliente. A la canícula de Neiva y desde entonces estoy entre sofocos pero con la alegría de tener a los míos más cerca que nunca.

Comentarios

Esa es la mayor alegría, estar con los tuyos.

Y en medio de todo, tu espíritu poético se nutre del calor de Neiva o de la Bogotá en obra negra o de tantas cosas que te reencontrarás o has encontrado en tu viaje.

Un saludo
Juan Guillermo
Anónimo ha dicho que…
A VECES, CUANDO EN ALTA NOCHE

A veces, cuando en alta noche tranquila,
sobre las teclas vuela tu mano blanca,
como una mariposa sobre una lila
y al teclado sonoro notas arranca,
cruzando del espacio la negra sombra
filtran por la ventana rayos de luna,
que trazan luces largas sobre la alfombra,
y en alas de las notas a otros lugares,
vuelan mis pensamientos, cruzan los mares,
y en gótico castillo donde en las piedras
musgosas por los siglos, crecen las yedras,
puestos de codos ambos en tu ventana
miramos en las sombras morir el día
y subir de los valles la noche umbría
y soy tu paje rubio, mi castellana,
y cuando en los espacios la noche cierra,
el fuego de tu estancia los muebles dora,
y los dos nos miramos y sonreímos
mientras que el viento afuera suspira y llora!
···················································
¡Cómo tendéis las alas, ensueños vanos,
cuando sobre las teclas vuelan sus manos!


José Asunción Silva

tambien es un poeta barbaro

saludos cariños
antón
Juan Guillermo: me alegra leer tu comentario, veo que poco a poco te vas volviendo experto en los recovecos del ciberespacio. Un abrazo fuerte con sabor a río, a trópico, a montañas azules...
Martha

Antón,
estoy de acuerdo contigo: Silva también es un poeta bárbaro. ¡Qué bueno que lo conozcas y que rescates esos poemas tan bellos! Gracias por compartirlo en mi blog.
Un abrazo afectuoso desde Neiva,
Martha
Micaela ha dicho que…
Un caluroso abrazo mi querida amiga. Regresé de vacaciones hace unos días. Hoy han empezado las tertulias en el Ateneu. Un beso grande.

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