EL DOPAJE: LA LACRA DEL DEPORTE


Por: Juan Carlos Ruiz Vásquez
Periodista
jcruiz@lavanguardia.es


Por los numerosos casos de dopaje que se conocieron y los recursos de apelación interpuestos ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) y la justicia ordinaria en lo pertinente a España, pareciera que el 2005 no fue un buen año para el ‘fair play', especialmente para el ciclismo, el atletismo, el tenis, el fútbol, la halterofilia y el rugby.

Sin el ánimo de caer en la generalización, los casos detectados en los citados deportes no dejan buen sabor de boca si se tiene en cuenta que alguno de los sancionados ya era reincidente.

Ya veremos que varios de los acusados insistirán en su inocencia utilizando para ello todas las instancias posibles. Seguirán argumentando que la metodología utilizada para su detección no es la apropiada y los resultados de los análisis y contraanálisis son pocos convincentes. Las sospechas quedarán ahí en ese manto de humo, a pesar de que para unos el dopaje representará caer en la desgracia, mientras que para otros significará salir del infierno y tocar el cielo, como lo observaremos más adelante.

En el ciclismo, resultaron ‘positivos’ durante el 2005, el salmantino Roberto Heras –ganador de cuatro Vueltas a España-, el alemán Danilo Hondo y el estadounidense Lance Armstrong. Sobre éste último no deja de causar polémica y duda las muestras de orina anónimas conservadas de los tours de Francia de 1998 y 1999. Más concretamente las de 1999 –cuando el norteamericano ganó su primer tour- las que permitieron hallar el positivo, según los análisis realizados por el laboratorio de París, señalado como el descubridor en el 2000 del método para detectar EPO, validado posteriormente por la Unión Ciclista Internacional (UCI) en el 2001.

Tenis y fútbol
En el tenis, los argentinos lideraron la estadística con Guillermo Cañas -positivo por un diurético-, Mariano Hood -acusado de haber consumido ‘finasteride’- y el más triste de todos, Mariano Puerta, finalista del torneo de Roland Garrós 2005. Puerta fue sancionado ocho años tras habérsele detectado en su cuerpo una sustancia estimulante en el control posterior a la final que perdió contra el español Rafael Nadal, el pasado mes de junio. De 27 años, el tenista argentino es claramente reincidente, pues ya había sido suspendido nueve meses en 2004 por consumo de ‘clenbuterol’.

También fue ‘positiva’ por nandrolona, la tenista búlgara de 16 años Sesil Karatantcheva, en un control que le fue practicado durante la pasada edición del torneo parisino de Roland Garros.
Entre tanto, en el fútbol, el portugués Abel Xavier, del Middlesbrough, de 32 años, fue suspendido por la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) tras dar positivo en el control antidopaje en un partido de la Copa UEFA. También fueron descubiertos, los futbolistas mexicanos Salvador Carmona y Aaron Galindo, a quienes se les detectó nandrolona, en la Copa FIFA de Confederaciones.

El mundo del fútbol se asombró con el vídeo del jugador italiano, Fabio Cannavaro. En las imágenes, emitidas por la televisión pública italiana-RAI, se ve al futbolista inyectándose una sustancia desconocida. "Ésta es la prueba de que realmente damos asco...", dice en el vídeo Cannavaro -que ahora juega en la Juventus, equipo que ha tenido problemas con el dopaje. Precisamente, un juez de Turín condenó en el mes de febrero a un año y diez meses de reclusión por fraude deportivo y suministro de fármacos de forma peligrosa para la salud, al jefe de los servicios médicos de la Juventus, Riccardo Agricola. Según la sentencia, Agricola utilizó todos los recursos posibles para obtener mejoras en las prestaciones de los jugadores, entre ellos el uso de la ‘eritropoietina’ (EPO).

La justicia italiana igualmente condenó en el pasado mes de mayo, a prisión por dopaje al ex barcelonista Pep Guardiola. El tribunal de Brescia, ciudad del norte de Italia en cuyo equipo de fútbol jugó Guardiola en la temporada 2001-2002, le sentenció a siete meses de cárcel -que no cumplió al carecer de antecedentes penales- y a una multa de 2.000 euros por dopaje. Los hechos juzgados acaecieron a finales del 2002, cuando Guardiola dio positivo por nandrolona en un control antidopaje tras sendos partidos de Liga del Brescia contra el Piacenza y el Lazio, de Primera División.

Los ídolos también caen
El carrusel de los ídolos caídos, como afirmara en un reportaje el periodista de La Vanguardia, Sergio Heredia, tocó también al plusmarquista mundial de 100 metros, el estadounidense Tim Montgomery y a la velocista norteamericana Chryste Gaines, oro olímpico en los Juegos de Atlanta en el relevo 4x100. Pero a diferencia de otros, el caso de estos deportistas ha causado notable admiración por que a pesar de no haber dado positivo en ningún control, el TAS consideró probada sus culpas por otros testimonios, como el de la velocista Kelli White, quien también fue desposeída de sus títulos mundiales conquistados en París 2003. Ésta atleta reconoció su positivo propiciado por el laboratorio Balco, creador y suministrador de un método de dopaje a más de once atletas norteamericanos sancionados.

En la lista negra, también figuran el triple campeón olímpico de halterofilia, el turco Halil Mutlu, suspendido dos años por nandrolona, junto a su compatriota Sedat Artuc, bronce en Atenas 2004, quien se negó a pasar por un control antidopaje. El jugador del equipo nacional de rugby de las Islas Fiyi, Vilimoni Delasau, igualmente fue suspendido un año por haber dado positivo en un control antidopaje con cannabis.

Del infierno al cielo
Pero, así como hay dopajes para censurar por su método y aplicación, también hay casos para destacar. Me refiero a la ciclista colombiana, María Luisa Calle, que fue despojada en primera instancia de su medalla de bronce conquistada en Atenas 2004. Pues bien, esta mujer logró demostrar ante la Federación Colombiana de Ciclismo, la UCI y el TAS que su positivo se dio tras tomar un medicamento ‘limpio’ que su organismo luego transformó en sustancia prohibida ‘heptaminol’, sin culpa por parte de la deportista. Ante esta situación el COI devolvió la medalla a la ciclista y además entregó una indemnización de 7.500 francos suizos (unos 6.000 dólares) por la equivocación.

También conocimos el caso del base del Ricoh Manresa, Albert Oliver, a quien se le impidió participar en los Juegos Mediterráneos, porque supuestamente se le encontró ‘finasterida’, una sustancia que se usa para combatir la caída del cabello. Al no tener la investigación una fundamentación sólida, la Federación Española de Baloncesto decidió archivar el expediente.

Plan de Lucha
En nuestro entorno, la lucha contra esta lacra del deporte va en serio si tenemos en cuenta el empeño que han puesto las autoridades para sacar adelante el proyecto de ‘Plan de Lucha contra el Dopaje en el Deporte’, que situará a España en un plano de igualdad con los países más avanzados de Europa. Esta ley implicará la reforma del Código Penal, es decir, que de ser aprobada se aplicarán penas de cárcel no sólo para los deportistas, sino para su entorno que en muchos casos son los que propician e incitan “el uso de sustancias o métodos, potencialmente peligrosos para la salud de los deportistas, a fin de mejorar su rendimiento”, según lo expresa del
Comité Olímpico Internacional, en su concepto sobre el dopaje.

También hay que destacar los preparativos que adelantan las autoridades deportivas para la realización de la III Conferencia Mundial Antidopaje, que tendrá lugar en Madrid en el 2007.

Los retos para el 2006
Dos duras papeletas tendrán que enfrentar las autoridades que combaten el dopaje en el planeta durante el presente año. Se trata de la Copa Mundial de Fútbol de la FIFA en Alemania, que se disputará del 9 de junio al 9 de julio y los XX Juegos Olímpicos de Invierno de Torino, que se realizarán en el mes de febrero.

Ante estos eventos deportivos estaremos atentos para observar hasta donde llega el ‘fair play’ y la verdadera concienciación de los deportistas para enfrentar este tipo de retos. Amanecerá y veremos.
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Juan Carlos Ruiz Vásquez, (Neiva-Huila, Colombia) está vinculado a La Vanguardia.es desde el mes de marzo de 2000. Es licenciado de la facultad de Periodismo de la Fundación Escuela Superior Profesional ‘INPAHU’ de Bogotá; Máster en Comunicación Empresarial, con énfasis en Tecnologías Digitales del Instituto de Educación Continua (IDEC) de la UPF en Barcelona. En su país, ha trabajado en Caracol Radio, RCN Radio, en el Diario ‘La Nación’ y la Oficina de Prensa de la Gobernación del Huila.

Artículo aparecido en el diario La Vanguardia el día 12 de enero de 2006.

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