NI cumbre, ni vivienda, ni ná...

La Vanguardia dice que se ha suspendido la cumbre europea sobre vivienda que se iba a realizar aquí, en Barcelona. Tienen miedo de los gritos, de la sentadas, de los pitos, de las manos alzadas, de los miles de hombres y mujeres que se puedan manifestar para exigir otras maneras de enfocar el tema de la habitación que en este país es verdaderamente contradictorio. Aquí una de las hijas del rey se compra una mansión en 8 millones de euros mientras que la gran mayoría de jóvenes entre 30 y 40 años vive con sus padres porque no tienen con qué comprase un modesto piso.
Y es que las cifras son alarmantes. En Barcelona capital un metro cuadrado está por encima de los 3.000 euros lo mismo que en L'Hospitalet. Aquí un piso de 50 metros cuadrados puede llegar a costar más de 200.000 euros. Así que los valientes que se meten en una hipoteca a 30 años deben pagar mensualidades por encima de 800 euros.
Y ese es el modelo de bienestar del que hablan todos: una inmensa mayoría de jóvenes bien preparados pero sin acceso a una vivienda digna y con trabajos precarios que apenas alcanzan para subsistir. Es la generación del mileurismo.
Imagino que los representantes europeos no saben que esa realidad existe y los políticos de Catalunya y España tampoco. Pero la cumbre se ha aplazado: "el que la debe la teme", decía mi abuela, y tenía toda la razón.

Comentarios

ElPasmo ha dicho que…
Primera demostración inequívoca que el movimiento ciudadano es útil y puede tener un impacto en el modelo social.

Así que si alguien quiere colaborar, se han creado asambleas en varias ciudades, todas ellas abiertas y horizontales, puede dirigirse a www.vdevivienda.net

Saludos
Gabriela ha dicho que…
Contradicciones de un mundo que sigue tan desequilibrado como siempre. Veo que los problemas de vivienda son los mismos que aquí mismo, en México. Bien por las protestas! bien por las sentadas y los gritos!

Aunque no vivo más en España, sigo siendo de la generación mileurista. La globalización lo es, en su mayoría, la de los males compartidos :(

Abrazos, amiga! te quiero!

G.
Es triste darse cuenta que pertenecemos a la generación de la precariedad. Estamos tan preparados, tenemos tantos conocimientos y sin embargo, hénos aquí: mendigando puestos miserables para sobrevivir.
Sin embargo no nos damos por vencidos/as: seguimos en la lucha así no tengamos una casa en la puta vida!
Yo también te quiero, amiga!

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