Violencia y Literatura

Comparto con vosotr@s esta breve introducción a la conferencia sobre Señas de violencia en algunas obras de Gabriel García Márquez que daré esta noche en el Centro Cultural Pati Llimona de Barcelona:


"Hablar del conflicto colombiano es hacerlo de un fenómeno que ha vertebrado la historia del país desde las luchas por la independencia pasando por las guerras internas entre partidos que prolongaron sin cesar esa patria boba de la que hablan los textos, que desbocó en la guerra de Los Mil Días, hasta llegar a la Violencia política de mediados de siglo y caer en la situación de complejidad en la que se encuentra hoy la nación. En esa disparatada situación de conflicto permanente la vida se antoja casi un milagro, un milagro que los colombianos perpetuamos día a día, quizá porque la violencia se ha convertido en una compañía endémica que se resiste a irse de nuestro lado. No es que la violencia transcurra en Colombia, es que Colombia transcurre en la Violencia.

Si el siglo XX avizoró sus primeras luces en medio de uno de los peores conflictos surgidos en nuestro territorio, la Guerra de los mil días o guerra de los tres años que dejó como saldo miles de muertos y un terrible panorama de destrucción y la certeza de los intereses intervencionistas de los Estados Unidos; el siglo XXI, en un contexto histórico y sociocultural diferente, parece iniciar también con las mismas sombras: un panorama desalentador de violencia que se ha complejizado y cuya resolución no parece vislumbrarse a corto plazo, al menos mientras existan las profundas inequidades de toda índole en el seno de la sociedad colombiana.

Pero en medio del conflicto, de la sinrazón, de ese aliento tanático que parece recorrer nuestra realidad desde hace mucho tiempo, la vida se consolida y resiste día a día en la lucha ingente de miles de hombres y mujeres que sueñan con un futuro donde las generaciones no tengan que repetir la misma historia de desazón. La unión de esfuerzos para encontrar caminos colectivos alternativos, la explosión de movimientos sociales y artísticos que pugnan por constituirse en fuentes de esperanza, hablan también de otra realidad que está allí, cociéndose a fuego lento y que seguramente terminará con la circularidad del tiempo del conflicto".
Martha Cecilia Cedeño Pérez
L'Hospitalet - Barcelona

Comentarios

Gracias Osorio-Samarkanda, tus palabras son un bálsamo y tu amistad una fuente inagotable de solidaridad y cariño. NO merezco tanto elogio; pero créeme que me sentí más segura y más firme al contar con personas como tu, como vosotras allí apoyándome. El embrujo de los Buendía me acompañó, gracias por enviarmelo!

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