Miguel Ángel cumple 92 años
Anoche soñé con el abuelo. Íbamos por un sendero rodeado de plantas pequeñas y de árboles plenos de frutos de distintos tamaños y colores. Yo quería tomar uno pero él me dijo que era mejor no hacerlo porque desconocía sus nombres y podían ser venenosos. Seguimos caminando y de repente se detuvo cerca de un árbol cuyas ramas casi tocaban el suelo. Estaban llenas de pequeñas circunferencias de color amarillo intenso. Estos si son buenos, son caimos. Me dijo mientras tomaba uno y me lo ofrecía. Un rato después lo perdí de vista, entonces descubrí que se había quedado atrás. Volví sobre mis pasos y lo encontré sentado en una piedra enorme masticando hojas de naranjo. Tenía la boca verde. ¿Porqué comes esas hojas, abuelos? Me miró con una sonrisa triste sin atinar a decir nada. Entonces me detuve en su rostro: lo tenía liso, sin un asomo de arrugas o depresiones. Aprecié su mata de pelo de un negro esplendoroso. El abuelo era un viejo joven, mirándome con sus ojos llenos de sabiduría. El ab...